El místico de los guijarros
Estaba sentado sobre un gran bloque de granito, solo, jugando al ajedrez y tomando té. Entre tanto, el viejo maestro corría por el hielo a la espera de una ventana de buen tiempo, quería estar en forma para el ataque final. Los días pasaban y la nueva gloria ya se sentía preparado para la escalada, pero las dudas asaltaban la mente del viejo maestro. El joven adonis podía escalar cualquier cosa en este mundo con tal de que hubiera salientes de cuatro milímetros; el viejo maestro había ascendido las catorce montañas más altas de la tierra, y ahora, allí estaban los dos para enfrentarse a la montaña más fiera de la tierra.
Quizás algunos ya sabrán que estoy hablando de "Grito de Piedra", una película de 1991 dirigida por Werner Herzog,
que trata la vieja controversia entre deportivos y alpinistas bajo la
perspectiva premonitora del Alpinista entre los alpinistas, Reinhold Messner. Para quien no haya visto el filme se puede decir, en mi opinión, que no merece la pena en absoluto (aunque las imágenes aéreas del Cerro Torre son espectaculares) pero en los tiempos que corren, con la actual polémica servida por el austriaco David Lama en el mismo escenario en el que se desarrolla la película, su visionado resultará de lo más apropiado.
Parece claro que la presión mediática "obliga" a ciertos escaladores a realizar actividades a cualquier coste, pero esto no debería ser motivo de enfrentamiento generalizado entre practicantes de distintas disciplinas. Hay una tendencia bastante extendida a desprestigiar a los deportivos, tachándolos de "cobardicas" que necesitan una chapa a cada metro. En Desnivel.com se abrió un foro en el apartado "ética y opinión" con el título de "Hacer gimnasia en roca VS Escalar de verdad" , que cuenta con cerca de 400.000 visitas y más de 400 comentarios (ningún otro foro alcanza estas cifras) en los que se dicen auténticas barbaridades. Por otros sitios he leído afirmaciones como ésta: "la deportiva supone un periodo de sombra en la historia de la escalada". También existen abundantes foros y blogs cuyas directrices principales son el desacreditar y menoscabar a los comechapas, o sea, en definitiva se puede decir que existe una "cruzada antideportiva" fundamentada en el daño que causan algunos de sus practicantes, colocando chapas a diestro y siniestro y retroespitando clásicas. Esto es una realidad indiscutible, pero también lo es el hecho de que la deportiva, muy al contrario de ensombrecer la historia de la escalada, ha supuesto uno de los mayores aportes a la actividad. Actualmente, escaladores como el norteamericano Dean Potter (Cerro Torre por la Maestri en 11 horas, sólo y medio a pelo, entre otras) o el propio Stefan Glowacz (el protagonista de Grito de Piedra) han conseguido el "no va más" realizando ascensiones brutales gracias a una reciente técnica de escalada: la escalada deportiva.
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Dean Potter en el Torre |
Cualquier alpinista o escalador de tapias que pretenda realizaciones un poco complicadas necesitará dominar, cuando menos, un grado de 7c, pues de lo contrario andará "cojo". Un buen grado asumido en escalada deportiva garantiza una escalada más limpia y eficiente. No se puede juzgar a un colectivo por las acciones de unos pocos. Bien es cierto que esos pocos son capaces de hacer algaradas propias de una tropa, pero no por ello se debe considerar la escalada deportiva como algo contraproducente. Hoy por hoy queda patente que los mejores escaladores en todos los terrenos son también dominadores de la dificultad en deportiva, y quien no vea esto es que está desinformado o tiene unos prejuicios enormes como consecuencia, tal vez, de sus propias frustraciones.
En Grito de Piedra se nos presenta a un joven escalador, campeón del mundo de escalada indoor, que se reta en público con un prestigioso ochomilista para escalar el Cerro Torre (en la ficción todavía inescalado). La película muestra al joven deportivo como un mentiroso que dice haber hecho cumbre cuando no es cierto. Espoleado por las dudas de los recios alpinistas, anuncia que volverá a la Patagonia para repetir la ascensión. El periodista prepara un gran circo mediático para seguir la aventura que acabará con un fatal desenlace.
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¿moraleja? |
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el viejo maestro alcanza la cima hecho unos zorros |
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triste final para el místico de los guijarros |
Hola, creo que hay un debate demasiado acalorado y distorsionado al respecto de las diferencias entre deportiva y escalada tradicional. A mi me parecen obvias, la deportiva es un deporte en sí mismo pero también un entrenamiento para la escalada tradicional, mientras ésta sería un camino para acceder a una cumbre o superar una pared vertical. Lo cierto es que hay paredes para todos, roca sobra en este país, por eso me parece ridículo cuando veo fotos de paredes masificadas llenas de paraboles cada medio metro con distintos colores para distinguirlas, reuniones que se cruzan de unas vías a otras, polémicas sobre vías rectificadas y gente esperando a pie de vía que vayan avanzando las doce cordadas que llevan por delante.
ResponderEliminarEn los años setenta, cuando yo subía por los Riglos, queríamos subir a la cima de los mallos, si no podía ser por el carnaval al menos por la pany, pero el día feliz terminaba en la cima. A base de intentos, esto es, entrenamiento, ganas, acostumbrarnos al vacío, conseguimos llegar cada vez más lejos, superar cada vez mayores dificultades, pasar a pelo por donde meses atrás metíamos estribos, subir por donde meses antes nos parecía imposible, pero nunca nos planteamos como una cuestión de honor el no agarrarnos a un clavo o a una rama de sabina. La escalada entonces era un conjunto de sensaciones que llenaban nuestros tristes y grises fines de semana setenteros, una libertad que empezaba en la estación de renfe de Zaragoza el sábado por la tarde y terminaba en el mismo sitio el domingo por la noche.
Creo que las paredes no son de nadie, ni de los aperturistas ni de los reequipadores ni de los posteriores ascensionistas, están ahí para el que quiera disfrutarlas, cada uno a su modo. Pienso, desde la distancia que me proporciona el haber dejado de escalar hace años, que los principales perjudicados de las chapuzas, reequipamientos salvajes y reconversión de vías preciosas y complejas en simples lineas de paraboles una a un metro de la siguiente, seguros cada metro y medio en casi todas, son los propios escaladores actuales, que así se pierden una posibilidad de experimentar sensaciones diferentes a las del propio ejecicio gimnástico puro y duro que es hoy la escalada deportiva o en escuelas sobreequipadas. Se pierden el miedo, la duda, la inceridumbre de si hoy llegaremos a cima o tendremos que bajarnos de nuevo al no ser capaces de pasar ese muro o esa panza, nada era seguro.
Pero también veo que hay gente que apuesta por el riesgo y la aventura como forma de entender este deporte, pienso en los Pou, Josune y Ricard, Manu y Zabalza, etc. que buscan en las tapias de Ordesa u otros rincones escondidos del Pirineo lo que les ha sido robado y, sin embargo, tan abundante era, en sitios como Riglos, lugares donde todavía está prohibido caerse, sitios donde todavía no han llegado los taladros a pilas.
Pero claro, son gente que juega en otra división, los simples mortales no tenemos al alcance de nuestros sueños semejantes aventuras.
De lo que sí estoy seguro es de que si algún día vuelvo a encaramarme a las piedras buscaré sitios perdidos y lejanos, no accesibles con coche a pie de vía, sin paraboles de colores ni cordadas haciendo fila, sean las tapias de cuarto o de quinto superior, y seguiré pensando que mi meta está en llegar a la cima, y no me dolerán prendas en agarrarme a la cinta o a lo primero que pille. Para mi escalar fue algo más que un deporte, y creo que seguirá siéndolo siempre. Pero creo que lo principal es el vive y deja vivir, cada uno que haga lo que quiera, nunca conseguiremos convencer a los otros de nuestras razones. Lo dicho, hay tapia para todos.
Jesús Bernal
PLAS,PLAS,PLAS;(aplausos). Total mente deacuerdo Jesús. Allá cadacual con su conciencia.
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ResponderEliminarMuy interesantes todas las reflexiones. Aado humildemente la ma: Yo no creo que exista una "cruzada antideportiva". Es posible que ahora sea ms fcil conocer, gracias a internet, las opiniones de aquellos que se resisten a perder un patrimonio que nos perteneca por herencia. Y el patrimonio eran vas que conjugaban RESPETO a la historia, al itinerario, al compromiso y a la dificultad. El problema se ha generado (ya hace muchos aos atrs), cuando se pierde ese respeto al compromiso poniendo como excusa la seguridad o el reto comercial (patrocinios, guiado de clientes...). Es decir, la escalada deportiva aplicada a las clsicas no ha trado nicamente la mentalidad de mayor dificultad y la liberacin de vas, sino tambin la supresin del compromiso, lo cual no es de recibo.
ResponderEliminarLas sensaciones de las que habla Jess, es lo que estamos perdiendo. Hay una gran parte de escaladores exclusivamente deportivos que no veran mal, por poner un ejemplo bien directo, que se equipara la Trujillo-Calleja con parabolts a metro, porque para esos escaladores exclusivamente deportivos el compromiso, el miedo, la exposicin, el prohibido caerse... no son valores a conservar y no conciben mantener esa forma de ver la escalada anteponindola a la seguridad. Ah est el error en mi opinin; no saber respetar el carcter de ciertas vas.
Creo que no hay problema cuando se separan claramente deportiva y tradicional, aunque tambin se le puede ir la olla a alguno, por lo que me viene bien esto para enlazar tu artculo de las "vas prietas".
Excelente artculo de nuevo. Salud!
Perdn por la repeticin del comentario. Joder, me daba error.
ResponderEliminarHaber señor arnaudas...esta claro que sin la escalada deportiva no se podrian hacer grandes ascensiones en grandes paredes...ejemplo cerro torre, pero de ahi a lo del david lamapollas este ...vamos y en efecto la peli es malisima pero impresionante a la vez por las imagenes. Un saludo de un montañero y practicante del friky como medio...no como FIN. jejeje
ResponderEliminarSaludos:
ResponderEliminarMe ha encantado tu artículo, lo mejor que he leido sobre el tema, huyendo de demagogias y valorando que los que, como yo, nos consideramos montañeros y escaladores de pared (aunque sea con poco nivel), también escalamos deportiva y nos colgamos de los parabolts de la J.A Sanz, el espolón arrabal y de cualquier sitio donde los encontremos (y dando gracias al cielo por encontrarlos), pero eso no puede hacernos perder de vista que taladrar con parabolts una clásica es como rajar con un cuchillo un cuadro de Van Gogh porque a mi me guste más rajado y los demás que se aguanten (por no decir que se jodan).
Un abrazo para todos.
Javier Plaza
No veo bien que una via clasica se le cambie su aseguramiento, pero creo que haceis demagogia encuanto a los parabolts. Ya que normalmente cnd se ponen parabolts se ponen mas lejos que los clavos o cordinos. Ademas en alguna via de ordesa en la que he estado habia muchos mas clavos y mierda de hierro para que la gente pudiese subir en A0 ya que como no entrenan una poco no pueden hacer 7a o 7b de cantos buenos. Tampoco he entendido nunca que a la gente le guste la frase de aqui no puedes caerte que si no te matas, menuda idiotez. Una cosa es tener ambiente de 5 o 6 metros entre seguros, y otra es arriesgar la vida tontamente
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