friki con cintas anudadas |
En aquellos años la prensa especializada ya era habitual en los kioskos y la información del exterior llegaba periódicamente con noticias y fotos de lugares de referencia. Y para hacer el friki parecía que la meca era el sur de Francia, y más concretamente las Gorges du Verdon (el Verdon francés, que se decía mucho). Cuando uno se iba al Verdon francés se iba a ver y a escalar allí lo que nunca había visto y escalado aquí. Muchos de los escaladores jóvenes actuales de buen nivel que han escalado por toda España y medio mundo, no han estado o lo conocen muy de pasada. Hace más de 20 años que estuve la última vez y a lo mejor no vuelvo nunca, pero la realidad es que las paredes y la escalada son bestiales en todos los sentidos.
Y es que el Verdon francés tiene un pequeño marrón conocido por todos. Hay que rapelar primero para después subir. Al equipador esto le importa menos, claro, pues tiene el coche muy cerca en la carretera y un acceso casi a pie llano, pero al practicante de deportiva bajarse hacia lo desconocido de 50 a 400 metros (entre 100 y 200 lo más habitual) para luego intentar subir por un sitio que a lo mejor ni ha podido ver muy bien y a lo peor se ha confundido y se ha tirado por donde no debía, pues como que le hecha un poco para atrás. Se han dado casos de gente que ha tenido que patear 4 horas para volver al coche, después de haber fracasado en el intento de escalar la pared habiéndola rapelado previamente. Para solucionar este inconveniente se inventó la supermoulinette, que como se puede deducir es un súper top rope con una cuerda estática de 100 m. (es una pena que no tengamos un vocablo en castellano, técnico y bonito, para decir "escalar con la cuerda por arriba", que no es en polea que podríamos pensar)
Pero las supermoulinettes tampoco eran tan buenas, vamos, que también se podía pasar culo escalando de segundo aunque la cuerda fuera bien recta. Ejemplo: La parienta te descuelga con un ocho no sabes muy bien por donde, pero no te importa mucho porque como vas en top rope pues viva la virgen. La vía tiene 2 largos, por ejemplo 7b y 7a. Vas bajando cosiendo los seguros y como vas a escalar casi 80 m. no pones todos para que te lleguen las cintas, además como el 2º largo no te parece muy difícil, es sólo 7a y va recto, pues solo pones una cinta de cada tres. Cuando ya te han descolgado hasta el comienzo de la escalada pegas un silbido potente para que empiecen a recuperar y hala, comienza tu supermoulinette. Todo va de cine y el primer largo, el difícil, te ha parecido fácil. La realidad no es que estés escalando especialmente inspirado, es que te has confundido de vía. Como vas en top rope piensas que no pasa nada y además ya has visto cuando bajabas por donde tenías que subir. Pero no es tan fácil como aparentaba, o por lo menos como decía tu reseña, y donde has dejado de mosquetonear un seguro para ahorrar cintas resulta que es el tramo clave de un 7c+ (tu sólo has hecho una o dos vías de ese grado en toda tu vida y estás escalando a final de un día en que te has dado bastante tralla). Todo ha ido bien hasta que el tamaño de los agarres ha disminuído directamente proporcional a tus capacidades, y empiezas a chiflar tan fuerte como puedes para que te tensen la cuerda a tope, pero no puedes chiflar muy fuerte porque no te puedes meter los dedos en la boca, que están intentando asir los agarres disminuídos. Entonces estás haciendo esfuerzos por llegar a la chapa que no has mosquetoneado, o sea, que no tiene cinta para intentar cazar a la desesperada y la cuerda no se tensa nada porque tu parienta no oye la mierda de silbidos que estás intentando emitir, pues no sabes silbar fuerte sin meterte los dedos en la boca. Entonces intentas un último y desesperado movimiento, a ver si aunque sea puedes pellizcar la chapa con dos dedos. En ese preciso instante, cuando estás pffuiii...,fffiuuii...pfff... llevas un bucle de cuerda que baja bastante por debajo de tus pies y luego vuelve a subir al arnés. Resultado: te pegas un saque en top-rope de más de cinco metros que se te sale el corazón por la boca y la parienta te detiene con su ocho medio jodiéndose las manos. Ahora ya puedes volver a chiflar fuerte e intentar resolver la situación, pero lo cierto es que el Verdon francés ha impuesto sus reglas una vez más y tú te has ido a cenar encabronado con tu parienta, que es la que menos culpa tiene de todo.
Buenísimo!!
ResponderEliminarmuy bueno . ¡¡VIVA EL VERDON¡¡ que de esto se mucho que soy asturiano
ResponderEliminartremendo post! ;)
ResponderEliminarQue sería de la escalada sin esos grandes momentos y la infinita paciencia de la parienta, qué mira que ella lo tenia claro, pero uno es cabezón y a la a darle ;P
ResponderEliminarMuy buen relato
Amu
...como la vida misma...buenísimo...alegrias que te da la escalada...
ResponderEliminarBonito post! me ha encantado!
ResponderEliminarmuy buen post javi! qué momento tan tenso...
ResponderEliminarGran post :-))
ResponderEliminarjeje, yo también volví del verdón con los anulares tendinizados de agarrar chapas en un toprope que resultó ser el largo más aterrador de mi carrera friki
ResponderEliminaragarrado a dos cantos verticales, los pies medio retorcidos en dos cantos verticales, miras abajo y más allá de la comba de dos metros (¿por qué no recoje cuerda ese cabrón?) contemplas el patio de doscientos metros, miras arriba y adquieres la certeza de que la cuerda reposa en un canto afilado como una navaja...
ahora entiendo porqué me pasé al bloque
jajaja, qué bueno!
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