Estaba sentado sobre un gran bloque de granito, solo, jugando al ajedrez y tomando té. Entre tanto, el viejo maestro corría por el hielo a la espera de una ventana de buen tiempo, quería estar en forma para el ataque final. Los días pasaban y la nueva gloria ya se sentía preparado para la escalada, pero las dudas asaltaban la mente del viejo maestro. El joven adonis podía escalar cualquier cosa en este mundo con tal de que hubiera salientes de cuatro milímetros; el viejo maestro había ascendido las catorce montañas más altas de la tierra, y ahora, allí estaban los dos para enfrentarse a la montaña más fiera de la tierra.
Reequipar II
Blogueando por ahí he leído una interesante opinión acerca de los reequipamientos en los Mallos de Riglos. El autor de Equipamientos, reequipamientos, desequipamientos, restauraciones enlaza con una entrada publicada en Retroroc para ayudar a documentar la suya. Se lo agradezco, primero por haberme leído y también porque comparto algunas de sus opiniones. Pero quería puntualizar en algunos aspectos concretos que considero interesantes...¿Que por qué no hago un comentario en su blog?, pues la verdad es que aprovecho la tesitura para empezar con una nueva andanza en este post que no tengo muy claro como acabará, pero es que casi se lo pasa uno mejor tecleando en casa que triturándose los dedos por algún panel.
El Verdon francés
friki con cintas anudadas |
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