La Concurrencia, extrañada tras conocer los resultados de la clasificación final, se lleva las manos a la cabeza. |
En 1986, en Panticosa (Huesca) se celebró la primera competición nacional de escalada. Participaron cinco catalanes, un madrileño y un aragonés. El experimento, que entonces resultó bastante curioso, en la actualidad rayaría lo estrambótico. La revista Extrem, que se editaba en Barcelona desde principios de los 80 hasta mediados los 90, publicó el acontecimiento con una foto en la portada del Nº 21 y una crónica en las páginas 2, 3 y 4.
Leyendo la crónica se observa un cierto catalanismo por parte del redactor, que no contento con la clasificación final, tuvo el impudor -que suena bastante fino- de incluir una "clasificación oficiosa", en la que a su juicio -bien seguro que fundamentado tras deliberaciones con sus cinco amigos competidores catalanes- colocaba al aragonés tres puestos más abajo y al madrileño (Salvador Castelló, ni siquiera mentado en la crónica) dos, quedando éstos relegados a los dos últimos puestos, con los cinco catalanes por delante.
brutal!
ResponderEliminarsabes que ahora esa placa de la entrada está equipada?
Y por lo que sé, no es 7b ni de lejos... habrá que probar