El Rocódromo Gaston Rébuffat (que se dejaron un f), en Monzón, cumplía con todas las expectativas para el escalador moderno. Ideal para la práctica de la rana, técnica básica y fundamental para el escalador de los 80, y perfecto para el entreno de fisuras y Off-width, imprescindible para eso de los viajes al Yosemite. Además, los mecanismos aseguradores, bueno, más bien instrumentos que mecanismos, corrían por cuenta de las instalaciones, con un práctico y cómodo sistema inviolable...que se dice.
Pues si el "mecanismo asegurador" tiene guasa (todavía recuerdo haberlos visto en las tiendas especializadas de escalada), las expreses ni te cuento! Y la "ranita"...verdaderamente el afrancesamiento caló hondo!
ResponderEliminarFran