Iba en moto bastante deprisa y soñaba con ser campeón del mundo algún día. Él sabía que sólo era un sueño, que nunca sería campeón porque no tenía ni siquiera sponsor. Tenía que trabajar para pagarse su costosa aficción y eso le impedía entrenarse más y mejor. Un buen día decidió cambiar de trabajo pensando que así estaría más cerca de hacer su sueño realidad. Se hizo vendedor de motos.
Con las primeras que vendió consiguió algunos contactos que le facilitaron bonos para alquilar circuitos a buen precio, pero allí se dio cuenta de que los chavales le doblaban en la segunda vuelta. Él ya era algo mayor y le daba culo tumbar mucho, pero aún así intentaba hacerse el bueno trucando las fotos que se había hecho en el circuito.
Con las primeras que vendió consiguió algunos contactos que le facilitaron bonos para alquilar circuitos a buen precio, pero allí se dio cuenta de que los chavales le doblaban en la segunda vuelta. Él ya era algo mayor y le daba culo tumbar mucho, pero aún así intentaba hacerse el bueno trucando las fotos que se había hecho en el circuito.
Cuando el comercial vio las fotos que le había mandado para hacer el calendario, enseguida se dio cuenta de que la torre de control salía torcida. Entoces el comercial le dijo que lo mejor sería que no pusiera esas fotos, que se hiciera otras. El vendedor de motos ya no tenía más bonos para volver al circuito a intentar tumbar más. Además sabía que aunque volviera no iba a conseguir una foto mejor. Pensó en borrar la torre con el photoshop, pero al final llamó al comercial y le dijo que pusiera en el pie de foto: "Circuito de Pisa".
Pillé a la primera el de La ética elástica, también el de Las guías piratas, el de El esquilamdor creo imaginar por dónde va, pero éste... ni idea.
ResponderEliminarSeguiré pensando :-)
hahaha! Cuantos ejemplos por doquier...
ResponderEliminarSiempre con ese humor cínico!, jejeje!!!!!
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