De cuando los deportistas volvieron a hacerse frikis

      Cuando aquellos frikis de los 80 tuvieron que hacerse deportistas no tenían ni google ni smartphones. No conocían más que aquello por lo que se interesaban realmente y entonces no imaginaron que muchos deportistas del futuro, incluidos ellos mismos, se convertirían en unos auténticos frikis ...frikis en el sentido más estricto de la palabra. La llegada de las nuevas tecnologías fue decisiva tanto para la evolución como para la involución de la escalada (y obviamente de la sociedad en general). Las nuevas tecnologías permitieron acceso instantáneo y sin límites a la información, aunque también, esto es otra obviedad, a la desinformación. Permitieron recibir información y también darla. Pero dar información sin necesidad de que un editor brindara la opción (...ni revisara el trabajo, claro) resultó ser un asunto más determinante de lo que a primera vista parecía.

        La escalada y sus diferentes estilos comenzaron a difundirse por la Web  y las expectativas de la gente comenzaron a ampliarse. Las "normas", "éticas", "reglas del juego" y demás fundamentos, si nunca estuvieron muy claros, en el siglo XXI se convirtieron en una especie de amalgama completamente indescifrable para los que se estaban iniciando, y en un "argumentario" cada vez más confuso y disparatado para muchos de los avezados.  Si a principios de los  60, por poner un ejemplo, los buriles fueron objeto de controversia y todavía en la actualidad perforar la roca no está del todo bien visto cuando se hace en exceso, ahora podríamos debatir sobre el uso y abuso de palos y pinzas para pre-mosquetonear  (aunque esto, mientras no se puedan acoplar los taladros mecánicos a la punta del palo, afecta no sabemos a qué, pero a la roca sólo un poco por el mayor desgaste). Pero tampoco es precisamente ésta la cuestión que nos ocupa...bueno, en realidad no nos ocupa ninguna cuestión en particular, únicamente pasar el rato actualizando este blog para mantenerlo un poco vivo, que hace días que no se decía nada por aquí.

      Volviendo al tema, aunque ya hemos dicho que no es ninguno, podemos acordar que la Web (nos referimos a la WWW) ha cambiado los hábitos y costumbres de la gente. También podemos estar de acuerdo en que al igual que ahora las grandes aventuras son un poco menos inciertas que antes,  las actividades más cotidianas son también mucho más notables que antes.  La GoPro, la libreta sueca, los blogs personales y todo tipo de redes sociales han sido decisivos para convertir lo trivial en relevante y lo mediocre en excelente. Todo depende de una cuestión de marketing. Buscar nuevos objetivos en la superación personal a veces ya no resulta tan importante como hacerlo en la comparación con el prójimo. Un buen selfie en el Facebook con unos cientos de likes puede dar más satisfacción que la consecución de un logro personal...sin cámara. Quizás yo esté un poco fuera de onda...bueno...quizás no, digamos que no cabe duda de que así es,  pero lo que tengo muy claro es que mi reconversión  al mundo de los  frikis se producirá como antaño: agarrándome a las cintas para mosquetonear.